La logística acepta el reto de las nuevas formas de consumo

La logística acepta el reto de las nuevas formas de consumo

No hay actividad comercial que no haya visto alteradas rutinas, formas de trabajo, parámetros y cualquiera de los factores que determinan su funcionamiento a causa de la pandemia del coronavirus. Después del confinamiento que recluyó a la población en sus casas, solo pudiendo salir para actividades de primera necesidad, la progresiva vuelta a la normalidad ha dejado igualmente un escenario diferente al anterior a marzo de 2020: salimos menos de casa, interactuamos menos, pasamos mucho más tiempo conectados por vía digital y, cómo no, como consecuencia de ello, también cambian nuestros hábitos de consumo. El e-commerce ha dado el gran salto desde su aterrizaje y, en estas circunstancias, el papel de las empresas dedicadas a la logística se hace más determinante al tiempo que asume un mayor protagonismo, el que propone el reto de estas nuevas formas de consumo.

Y es que hay sectores que no han cesado su actividad, la han incluso incrementado. Es el caso de la alimentación y la moda, que han duplicado durante este tiempo su actividad respecto a 2019, gracias a un comercio electrónico que ha madurado de forma exprés durante estos meses de Covid-19. La obligatoriedad de quedarnos en casa no solo ha hecho que los españoles optaran esta vía para hacer compras cotidianas, sino que el mayor tiempo conectados también ha sido una tentación para darse caprichos con los que sobrellevar el mal trago o, como les pasaba algunos, despojarse de las reticencias aún arrastradas en cuanto a hacer compras por Internet.

Aún lejos de alcanzar estadísticas de países en los que el e-commerce está más asentado, en España un 58% de la población ha hecho compras online en este año, es decir, más de la mitad y por primera vez en la historia. Pero podemos desgranar aún más los datos. De entre los que ya compraban por Internet, el 23% asegura haberlo hecho más que antes, el 24% se mantiene igual que antes y esos pocos reticentes que aguantaban y que ya han caído han supuesto un 1,6%. Y, quienes lo han probado, parecen convencidos: el 53% seguirá comprando online después de la pandemia.

Cadena logística más ágil y flexible

De este modo, la sociedad necesita una cadena logística más ágil y flexible, ante el aumento sin precedentes de una demanda que no promete quedarse en un recuerdo puntual. Quienes compran por Internet repiten y, las nuevas generaciones, ya nacidas dentro del contexto 2.0, lo encontrarán como algo habitual y familiar. Es más, hasta un 70% de la población española considera que la compra en establecimientos físicos disminuirá en la nueva normalidad, por futuros pasos adelante que se den.

España, país con potencial

Los grandes inversores y promotores logísticos europeos ven en España un país con muchas posibilidades en este nuevo contexto que se le presenta a la logística. Esto es debido a que, haber llegado más tarde que países vecinos a un comercio online aún por asentar, hace que los pasos a dar puedan ser efectuados sobre terreno firme, presentándosele así a la cadena de suministros un importante y largo recorrido.

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